sábado, 27 de junio de 2009

Cristales y madera

Hoy celebramos el cumpleaños de Isabelle Adjani (París, 27 de junio de 1955). Pero celebramos el cumpleaños de Isabelle Adjani interpretando a Stella en 1976 en El quimérico inquilino (Le Locataire), película de Roman Polanski basada en la novela de Roland Topor. Stella era la amiga de la anterior inquilina de la vivienda que alquila Trelkowsky. Stella toma un café con Trelkowsky y luego van al cine y ven una película cochinota. Isabelle Adjani está más guapa que nunca. Luego, con el tiempo, la cara se le fue amelonando de una forma extraña, pero en El quimérico inquilino está reguapa. La más guapa. El quimérico inquilino es una película donde el cristal siempre está presente. Es una película sobre los cristales. Cristales, cristales y cristales. Stella mira a través de los cristales de unas grandes gafas; Trelkowsky pasa malos ratos observando a través de la ventana o de la mirilla los vecinos tan raros que le han tocado (tampoco es para tanto, servidor ha tenido vecinos mucho más raros que los de la película); el compositor de la banda sonora, Philippe Sarde, decidió utilizar como instrumento la armónica de vidrio (un curioso invento que ideó Benjamin Franklin en 1761 colocando copas sobre una estructura de madera, una especie de piano de cristal que se toca con los dedos humedecidos haciendo vibrar las copas afinadas). Toda la película nos lleva a traspasar el cristal, a mirar a través de las ventanas sin cortinas de las casas de París. A traspasar el cristal, de muchas maneras. Philippe Sarde quedó a comer con Roman Polanski para hablar de la música de la película. Polanski aparentaba no tener muy claro qué quería pero, en una momento de la comida, metió su dedo índice en el interior de la copa, como si quisiera sacar un sonido de ella. Sarde se dijo, tate, aquí voy a meter la armónica de vidrio, y un clarinete (cuya boquilla a veces está fabricada en cristal). Así será. Cristales y madera. De cristales y madera están hechas las ventanas. De calcio están hechos los dientes y de cal las paredes, pero eso ya es otra historia. Hoy hablamos de cristales. Y de madera, pero de madera menos.

8 comentarios:

marideliwes dijo...

Señor, señor, cómo escribe usted.

Anónimo dijo...

Topor era amigo de Arrabal y Jodorowski: ya se sabe, dios los junta y ellos hacen teatro.
Creo que son obras un poco masacradas por los años, pero eso sí, la adjani está fabulosa con sus gafas

miguelgato dijo...

Joder, no entiendo mas que la mitá pero me da un gusto leerlo...
En serio ¿eh?

Yahuan dijo...

No sabía que las copas se pudieran afinar.

Yo no sabía de esta película, como ve soy muy ignorante, pero me la voy a apuntar, que me ha picado la intriga.

Yo creo que el cristal se va a poner muy de moda en las nuevas líneas literarias.

Abrazos

Harry Sonfór dijo...

¡Ole qué alegría todo!

Farencica dijo...

A ver si veo esta peli de Polanski. Oiga, me mete usté en el lote de vecinos raricos??

Harry Sonfór dijo...

¡Cómo la voy a meter en el lote de vecinos raricos con lo lejos que vive usted, Faren!

Farencica dijo...

Ya, pero hubo un tiempo lejano en que fuí su vecina.